Era una noche fría y lluviosa de invierno, yo me encontraba en la soledad de la noche, cuando de repente sentí un gran chaparrón de ideas que caían sobre mí. WOW¡Era sorprendente! la imaginación que perturbaba mi sueño. De esta manera, mi noche cambió totalmente fue un momento en cual se prestó para reflexionar sobre la vida y el verdadero significado que le doy a la palabra FELICIDAD o SER FELIZ. Lo cierto es que de tantas ideas que bajaron esa noche a mi mente y que todavía se manifiestan sobre mí. No hallo como explicar o de que forma escribir tanta magia.
Comenzare, con la historia de dos jóvenes que conocieron en Cardiológico en Caracas.
Esta historia la vamos a llamar dos corazones rotos. Todo empezó cuando los dos jóvenes se dirigían a la cita que marcaría su estadía en esta tierra. Sonará un poco cruel pero es así, la realidad es dura para los que la enfrentan de manera optimista y aun cuando saben que la solución no les garantiza nada. Todos sabemos que una operación del corazón es totalmente riesgosa pero ¿qué se hace? cuando empezando a ver la vida. Es como una flor cuando abre su capullo. Los jóvenes se enfrentan por primera vez. Fue un momento especial para ellos, entablaron una conversación muy amistosa en la cual intercambiaron números telefónicos, dirección de e-mail. ¡Que lindos! Quedaron enamorados... es tan bonito el amor, sí pero no iba ser tan fácil lo que ellos les tocaría enfrentar. Pasada la cita, les asignaron otra. Se despidieron y se presentaron a sus representantes en el cardiológico de manera tal que los chicos enseriaron su amistad. Ya cada quien en su casa comenzó la etapa de coquetería por los mensajes de textos. Así fue que se conocieron Gabriela y Cristian dos niños de 16 años cada uno, con un corazón lleno de amor y roto por naturaleza. Ellos esperaban con ansias la segunda cita, no por saber lo que los médicos les dirían sino por verse y decirse tantas cosas que por teléfono no se atrevían decirse. Llegó el momento. El primero en llegar fue Cristina, alegre por que vería a su amiga a la cual anhelaba ver desde su última cita. La angustia crece porque Gabriela no llega, se pregunta mentalmente ¿porque no llegas? ¿Donde estas, hoy es tu cita? Transcurrido un buen tiempo llegó Gabriela, pues su cita había sido postpuesta para el siguiente día, razón por la cual no llegó a tiempo para verse con Cristian. Pues, él ya iba de salida, solo fue un gran abrazo que el y ella recordarían en este otro lapso en la cual las citas los volvería a enfrentar. Pasados tres meses, suena el teléfono de la casa de Gabriela. Era del cardiológico. -muy buenas tarde, la estamos llamando para decirle que su intervención quirúrgica ya está asignada para este fin de semana le agradecemos estar presente desde el día jueves para los respectivos procedimientos de reexaminación para su operación. Es un momento de alegría pero a la vez de tristeza no sabe como saldrá en su operación es un momentos decisivo. Llegada en Caracas, Gabriela en compañía de sus padres, ¡sorprendente! Allí estaba Cristian igual con sus padres. Los dos no tardaron en salir corriendo para saludarse y darse un buen abrazo y aprovechar el momento que les daba la vida de encontrarse nuevamente. Igualmente sus padres hicieron lo mismo; todo parecía cosa del destino, ellos estaban allí por el mismo fin una operación que les devolvería la vida porque las ganas de vivir ya las tenían. Durante el recorrido al cardiológico platicaron, rieron y de tantas cosas habladas se propusieron ser novios al salir de la operaciones ¡si! El Cristian es todo un galán pica flor y ella una señorita muy disciplinada con una buena educación pero enamorada así que no le importaba mucho. ¡Ella estaba en shock!. Muy simpáticos los dos sus rostros muy bien definidos. Llegaron al cardiológico, les asignan sus habitaciones quedando uno al frente del otro pero en diferentes habitaciones. De esta manera, compartieron dos días, los cuales les permitieron conocerse y seguir creyendo uno del otro; era muy bonita su amistad en post de un noviazgo. Ya es sábado, ¡si! es el día de la intervención quirúrgica de Cristian y Gabriela. Son las 7 de la mañana y las tensiones están a flor de piel. Por que la realidad es una salen del quirófano llenos de vida o tristemente se apaga la luz de la vida. Todos esperan el momento en que llegarán por ellos pero antes de eso Cristian y Grabiela se despiden, ya, no con el mismo ánimos que los caracterizaba cuando llegaron al cardiálgicos pues está sería la última vez que verían la luz, las personas mas importantes de sus vida. En fin, era un momento tortuoso para ellos como para sus padres. Han llegado por ellos, se dirigen al quirófano es horrible este momentos ya no existen uñas que comer ni lágrimas que sacar. Ha salido una enfermera con una cara no muy agradable no da información. Pasa el tiempo y estas familias van a enloquecer. Han culminado con la operación de Cristian va dormido, lo llevan por el pasillos a la sala de recuperación sus familiares les ha cambiado el semblante y le sirven de apoyo a la familia de Gabriela. Sale nuevamente una enfermera, esta rápidamente va y viene con unos instrumentos quirúrgicos. Pues, se ha alargado la cirugía de Gabriela ya que presentó unas anormalidades durante la cirugía. Ha salido de la cirugía y la llevan a la misma sala donde reside por ahora Cristian pero con cuidados más vigilados ya que, esta muy débil por la operación. Transcurridas las hora, suena una alarma en la sala de recuperaciones, pues, Gabriela sufre una infarto el cual le segó la vida, ya no esta con nosotros. Ha pasados un día, se han llevado el cuerpo. Despierta Cristian, ya era tarde. Pues su muerte fue durante la 1:30 pm entre 2:00 pm del día sábado y Cristian despertó el domingo por la tarde. ¡Que momento! no me hubiera gustado estar en los zapatos de sus padres por ser evidente que ellos serian los que les dieran la noticia. Sin esperar mucho hace la pregunta esperada ¿donde está Gabriela? ¿Cómo está ella? Al ver Cristian las caras de sus padres eran de suponer lo que estaba pasando o había pasado. Él no sabía nada. Ellos con lágrimas en su rostro, le han contado lo que pasó pero como era de esperar la reacción de Cristian no fue la más apropiada para su estado de salud, lloro incansablemente agobiado por la noticia no dejaba de llorar y pedirle a Dios por Gabriela y la vez reprocharle porque no le dio una oportunidad a ella. Era injusto todo lo que había pasado pero así es el destino no se puede peliar contra él. La vida es una sola y hay que saberla vivir. He llorado igual que Cristian pero su espíritu de luchador me ha demostrado que debo seguir luchando a pesar de las adversidades de la vida. Esta historia me inspiró a lo que próximamente será una poesía.


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